¿Te imaginas despertarte mañana en una de estas islas? Y sí, está Ibiza
Bali (Foto: Julien Reboulet - Creative Commons)
No es la primera vez, ni será la última, que declaramos nuestra amor eterno y un tanto hollywoodiense a las islas y ahora aprovechamos una encuesta con las 10 más bonitas del mundo según los europeos para volverlo a hacer. Enamorados de ellas, nos embarcamos rumbo a una geografía que es universal. Desde Hawái hasta las Bermudas, pasando por nuestra querida Ibiza, que está en séptimo lugar, nos volvemos isleños como los que más. Bienvenidos a estos paraísos aquí en la tierra rodeados de mar.
1. Hawái, en el norte de la Polinesia
No hay mejor lección de geografía que la que nos dan las islas. A esta (o estas, un archipiélago con cientos de ellas) la encontramos en medio del Pacífico, haciéndose estadounidense y asiática a la vez, aunque luego esté en Oceanía, pero sin dejar de ser tan nativa como es. Cómo no querer ir a Honolulu, en la isla de Oahu, a sentirnos una de las mujeres de Gauguin, aunque aquello fuera la Polinesia francesa. Y atención porque aquí no solo hay playa, también desierto, selva tropical y montaña. Imposible no acordarse de la canción de Mecano y de querer montar en nuestro propio baño un Hawái (echando sal).
Hawái (Foto: Murchaidh Chiu - Creative Commons)
2. Las Maldivas, el reino de los resorts
Perdida en el Índico, separada de la India como Murcia de Madrid (por los kilómetros), llamando a los más sibaritas de los turistas a voz en grito con todos sus encantos, lo mismo que las sirenas hicieron con Ulises, está este país insular organizado no en comunidades autónomas, estados o similar, sino en atolones, la manera de agrupar sus 1.200 apetecibles islas. Las Maldivas son bellas, mestizas, porque fueron portuguesas, holandesas y británicas, y además vírgenes. No hay país menos poblado en todo Asia y tampoco ningún otro en el mundo más bajo, o sea, con la altitud máxima menos elevada. Prepárate para las playas de arenas blanquísimas y el despliegue de resorts. Y ve descalzando tus pies.
Maldivas (Foto: Ana Paula - Creative Commons)
3. Seychelles, un paraíso tropical
De nuevo tentadoras playas y un paraje de paraíso terrenal, en el Índico también y al noreste de Madagascar, en la África marítima (y oriental). Es el país de las 115 islas y de las tortugas gigantes, primas hermanas de las de Galápagos. Viajar a las Seychelles es también sumergirse en una pequeña gran Babel, donde lo africano se confunde con lo indio, lo chino y lo francés en un exuberante entorno tropical. Todo para ponerles los dientes largos a los grandes viajeros. Y hemos dicho tortugas pero también hay loros negros, el pájaro nacional, y un sinfín de peces diferentes entre los que destaca, cómo no, el pez payaso. Aquí lo suyo es alquilar un barco y echarse a la mar.
Seychelles (Foto: Didier Baertschiger - Creative Commons)
4. Barbados, adonde arribó primero Colón
Lo de esta isla, la de Rihanna, tiene historia, porque aquí fue, donde según cuentan lo cronicones de las Indias, arribó Colón en su primer viaje a las Américas. A este trozo de tierra antillano del Caribe más desconocido donde tú también te podrás sentir un descubridor. Sin embargo, pese a la conquista española, Barbados habla inglés. Es el destino para "relajarse en una de las 60 playas platinadas, acostarse en una cómoda reposera, pedir un ron punch y refrescarse en sus aguas cristalinas". Así lo dicen desde su web de Turismo. No podemos pedir más. Si acaso añadir que es también paraíso de la pesca submarina, las joyas, los mercadillos y el surf. Y también tiene montaña.
Barbados (Foto: Berit Watkin - Creative Commons)
5. Mauricio, hecha antes que el cielo
Es tan exótica que no se puede aguantar, africana pero de religión hindú, varada en medio del océano Índico, con agua caliente durante todo el año, lo cual la hace irresistible para el turista, que suele ser de nivel, y rodeada de lagunas. Por algo se dice que se hizo antes que el cielo. Aquí las playas, palmeras y camas balinesas son como el comer, el pan de cada día, aunque a Mauricio también le va la aventura, los acantilados, las cascadas y la montaña. Un escenario de lujo para unas vacaciones de lujo (solo hay que echar un vistazo a cualquier hotel).
Mauricio (Foto: Ludovic Lubeigt - Creative Commons)
6. Bali, la más espiritual
Qué podemos decir de Bali, que tanto exotismo ha puesto a nuestra existencia, sea con la orfebrería, la decoración, la escultura o la música, llevándonos hasta Indonesia, más concretamente a las Islas Menores de la Sonda, muy cerquita de Java, y con unas medidas de escándalo: 140 km de longitud de este a oeste y 90 km de norte a sur. Sorprende al visitante un volcán activo, alturas de más de 3000 metros, sus arrecifes de coral, sus playas en blanco y negro -blancas las del sur, negras las del norte-, sus campos de arroz y sus templos de piedra. Para colmo, ama la vida tranquila, es muy espiritual, se sustenta en una cultura milenaria y te inspirará.
7. Ibiza, la blanca y mediterránea
Hay vida más allá del furor discotequero y aledaños, al otro lado del Ushüaia, ponemos por caso. Una tranquila vida isleña casi idílica de calas de agua turquesa, sobre todo al norte, y pinares que dan alas a este entorno que también es rural y también, cómo no, chiringuitera. Nuestra Ibiza, la mayor de la Pitiusas, tiene de todo. El follón, la efervescencia o la vanguardia más glam, pero también los olivos adormecidos a las orillas de un espléndido y poblado mar donde se puede encontrar, por increíble que parezca, la soledad. No nos extraña que en esta encuesta de Lastminute los europeos hayan elegido esta isla de 210 kilómetros de costa con más de 40 peñascos e islotes para este séptimo lugar.
Ibiza (Foto: rvdbrugge - Creative Commons)
8. Fiyi, el mar de las estrellas azules
De un lugar como Fiyi uno se puede esperar cosas así: estrellas azules en el fondo del mar. Todo un tesoro para los buceadores que encuentran su paraíso en el escenario de aquella película que hizo historia con Brooke Shields, 'El lago azul'. Hay hasta 333 islas en Fiyi que salpican el Pacífico Sur a 2000 kilómetros al norte de Nueva Zelanda. Los peces por estos pagos, como casi todo, son espectaculares. Y será por el nombre del océano, pero todo es realmente así, pacífico, ya sea al lado del mar, en la jungla o compartiendo con los oriundos la vida más tradicional.
Fiyi (Paul D'Ambra - Creative Commons)
9. Koh Samui y Koh Nang Yuan, la belleza es así
A quién no va gustarle una isla como la de Samui, de cocoteros, mangos y hasta esos árboles que nos dan los anacardos, playas de arena blanca y escenarios uno detrás de otro de postal. Esta es la tercera isla más grande de Tailandia y es también de las soñadas y frecuentadas -tiene su propio aeropuerto internacional con vuelos diarios a Bangkok, Hong Kong y Singapur-. Es montañosa y con jungla, se desliza a lo largo de 15 kilómetros que la recorren de un lado a otro y ofrece placeres como los paseos en canoa o en elefante, un mar turquesa de enloquecer, mucho masaje en hoteles de lujo, una cocina que aquí deja de ser fusión y una vida pausadamente feliz. Para rematar la faena, nada como ir de excursión a la bella Koh Nang Yuan (con pasarela de arena), más al norte, paraíso para buceadores y para todos.
Koh Nang Yuan (Foto: Jacky Ding - Creative Commons)
10. Bermudas, triángulo y mucho más
Estas islas con nombre de pantalón veraniego y algo primaveral frente a la costa este de Estados Unidos que tomaron el nombre de un navegante de nuestra Huelva, Juan Bermúdez, y cuyo nombre se asocia siempre a un triángulo (un espacio marítimo asociado a desapariciones inexplicables de barcos y aviones) son el territorio británico de ultramar más antiguo; cosas de la historia. En este lugar sumamente atlántico hay playas de quitar el hipo de las que hacen desear más verano, caso de Warwick Long Bay. Son un total de 150 islas de origen volcánico, con arrecifes de coral. Le sobra naturaleza exuberante y colorido.
Bermudas (Foto: Kansasphoto - Creative Commons)
PD: Todas parecen un sueño, pero son realidad.
Fuente: http://ow.ly/8npv309CIt9