Las claves para que el primer día de la guardería no sea un infierno

Jueves 7 de Septiembre del 2017
  • Los que más lo sufren son los padres

Las claves para que el primer día de la guardería no sea un infierno

Para muchos la llegada de setiembre implica el comienzo de una etapa con nuevos retos e incógnitas que desvelar. Los más pequeños, los bebés, inician la guardería y con ello sus primeras relaciones sociales con los demás. Algunos sufren y la separación con sus padres se traduce en llantos y nervios que pueden producir auténticas escenas de angustia.

Marta Campo Ruano, del Servicio de Psicología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, nos desvela algunos consejos para que los primeros días en las guarderías sea una experiencia menos traumática y aporta claves a los padres para prevenir situaciones difíciles e interpretar cualquier tipo de reacción del bebé.

El ‘hiperapego’ se da entre bebés y padres que no se han separado desde el nacimiento”

La etapa infantil es un momento muy importante y forma parte de su desarrollo. Campos afirma que para ellos se convierte en ‘’un hito evolutivo por el cual todos deben pasar’’. La angustia que el bebé puede vivir es momentánea y solo la padecen durante los primeras horas, y añade que ‘’llorar es un síntoma de sufrimiento o de abandono que se remonta fácilmente’’. Sin embargo, los que realmente sufren son los padres y esta inquietud se acaba trasladando a sus hijos.

El trato de los padres es clave en el desarrollo del bebé y la forma de educar condiciona decisivamente sus inicios en la etapa infantil. El primer día en la guardería, cuando se produce la primera separación entre los padres y el bebé, es cuando se origina el miedo. Este puede ser más o menos grave en función de lo que Campos llama el ‘’hiperapego’’ y se da con padres que no se han separado de la criatura desde su nacimiento.

Es evidente que un bebé requiere una vigilancia continua para atender sus necesidades. No obstante Campos recomienda hacer una serie de ejercicios para trabajar, a niveles mínimos, la autonomía del bebé. Cuando empieza a gatear y desplazarse, es importante dejar un pequeño espacio para que pueda desplazarse y permitir ‘’que se mueva, que pueda jugar y sentirse seguro sobre si mismo’’.

Previamente al inicio de una etapa escolar, si se trata de un niño con el que se pueda razonar, para Campos es importante que los padres hablen con sus hijos y les cuenten a lo que se van a enfrentar. Aunque la comunicación verbal sea fundamental, cuando se trata de bebés es imposible razonar y en este caso los padres deben aprender a ‘’conllevar la situación con tranquilidad y no trasladar la preocupación a sus hijos, que la perciben rápidamente y puede influir directamente’’.

Es importante dejar un espacio para que, cuando empiezan a gatear y desplazarse, puedan sentirse seguros por si mismos”

Cuando llega el primer día en la guardería los padres y profesores deben estar atentos a la reacción de sus hijos, teniendo especial cuidado con los que presentan síntomas de preocupación y angustia. En este caso la clave es la normalización, ‘’lanzando mensajes positivos y de ánimo’’. También es importante que, durante los primeros días, sea la misma persona la que lleve y recoja al bebé del centro, aconseja Campos. De este modo la inseguridad o sensación de abandono del pequeño se reduce estableciendo esta nueva rutina.

Es necesario prestar atención a la reacción de cada niño. Si es intensa, Campos recomienda que los padres se queden mas tiempo en el centro para ayudarles en el que se conoce como ‘proceso de adaptación’. Se trata de suavizar el repentino cambio en la rutina del bebé y en consecuencia, eliminar cualquier síntoma de ansiedad que presente.

Ante estas situaciones los profesores saben cómo actuar y prestan más atención a casos en los que el bebé reaccione de forma negativa. Campos señala que hay centros dónde la educación y atención a los usuarios es más personalizada y esta forma de educar ayuda significativamente a la adaptación del bebé en la guardería. Es importante que, en un momento crítico, los profesionales tranquilicen a los bebés y asesoren a los padres sobre cómo deben actuar.

Existen muchas dudas sobre la edad idónea para llevar a los hijos a la guardería o si es mejor una educación en casa antes de empezar con la escuela. Aunque a veces no quede otra opción para evitar la guardería prematuramente, Campos recomienda alargar hasta los seis meses y asegura que ‘’lo mejor es esperar a que los bebés se empiecen a desplazar gateando o intentando caminar’’.

El proceso de adaptación ayuda a suavizar el cambio en la rutina del bebé”

Otra opción es empezar el desapego parental con los abuelos o familiares que puedan cuidar del bebé. Se trata de una fase previa dónde la criatura tiene relación con otras personas a un nivel inferior a la guardería pero sirve cómo período de preparación. Además, para Campos la relación con los abuelos, por ejemplo es una ‘’dualidad y una etapa muy buena para el bebé’’.

Aunque el inicio de la guarderías pueda crear inseguridad tanto a los padres cómo al bebé, no se trata de una experiencia que pueda traumatizar a los pequeños sino una primera fase del camino evolutivo que deben seguir. En el momento en que empiezan a ir a la guardería los padres deben seguir participando en este proceso, lanzando mensajes positivos y mostrando apoyo en todo momento.

Las guarderías son la primera fase del camino evolutivo que debemos seguir”

Fuente: http://ow.ly/x4Hx30eYuAk